martes, 8 de mayo de 2007

Robo-cordones

El especial "Regreso al futuro" que nos vamos a marcar en el número dos de Doctor Geller (coming soon) va a ser de órdago. Celebrémoslo con el vídeo que anuncia la llegada, por fin, de las Nike del futuro que calzó Marty McFly en la Part II.


Aprovechando éste simpático vídeo, ¿qué otras cosas futuristas desearíais ver de aquí a un par de añitos? Yo voto por las cabezas metidas en tarros a lo "Futurama". Será un placer ver cómo la humanidad viaja al espacio para continuar existiendo, condición indispensable para sobrevivir como raza, según afirma Stephen Hawking...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No es futurista, existe ya, y me muero por tenerlo (y tendre en un breve espacio de tiempo, en cuanto abandone por segunda vez las faldas de mi madre): es un robot de planchado de esos que metes la camisa, le da un aire de puta madre, que la hincha como un globo, y otomaticamente la tienes planchadita. It will be mine en dos meses.

Anónimo dijo...

Qué sabio, AccentLessillo. ¿Cuánto cuesta el invento? A eso se le llama un invento útil. Siguiendo la línea BCK2FTR no me importazaría tampoco tener una autocazadora de las que se secan solas (y te secan el cuerpo y el pelo) tras un chaparrón: "Autocazadora secándose. Autocazadora seca". Great Scott!
-CK

perla dijo...

Yo vendería mi alma al diablo por poseer un robot-maquina-ente que sea capaz de limpiar toda la casa sin hacer apenas ruido (por supuesto mucho menos del que se hace ensuciando). Suelo, muebles, cristales, ... incluso que regara las plantas ... el hogar como si la familia de Mr. Proper y él mismo hubiesen decidio pasar la mañana en él para demostrarte lo increíble de sus productos ... ese aroma a pino-limón-lavanda (elíjase al gusto) que impregna el ambiente ... el concepto de mota de polvo desaparece exceptuando ese rayo de sol que entra desde la absolutamente impoluta ventana del salón ...
Lo mejor de todo esto no es ya el hecho de tener tu morada más limpia que la patena (que también), pero no os equivoquéis, aún no me ha poseído Bree Van de Kamp. Lo condenadamente valioso de este invento es el tiempo que de regala, ese maldito anuncio de un lavavajillas en el que insinúa que utilices el tiempo en otra cosa me ha marcado ... DIOS NECESITO ESAS MÁQUINAS!!!!

PD. He mentido, en el último párrafo era el alma de Bree Van de Kamp el que hablaba. Intentaré retomar la personalidad de Sussan Meyer para volver a la normalidad.
Perdonen las molestias.

marta en parís dijo...

Yo quiero todo lo que habéis dicho vosotros, que me ha encantado, y además quiero un robot blandito que me de masajes todas las noches y no se canse.